Vuelven las ollas populares por la crisis en Argentina

Varias se instalaron en Buenos Aires mientras Macri anunciaba el pedido de ayuda al FMI.

Mientras el presidente Mauricio Macri anunciaba el martes el inicio de conversaciones con el Fondo Monetario Internacional para obtener una línea de crédito y así afrontar la turbulencia financiera provocada por la fuerte depreciación del peso, las famosas ''ollas populares'' reaparecían en el país sudamericano.

Macri dijo en un mensaje televisado que se comunicó con la directora gerente del FMI, Christine Lagarde, pero no precisó el monto del préstamo que ha solicitado.

“Hace minutos he hablado con Lagarde que nos ha confirmado que vamos a arrancar hoy mismo a trabajar en un acuerdo para fortalecer este programa de crecimiento”, sostuvo el mandatario.

Argentina, donde el dólar es la moneda de refugio de los ahorristas, ha concretado otros acuerdos de financiación con el Fondo a lo largo de su historia, marcada por fuertes crisis financieras y económicas. Dichos convenios han sido impopulares y cuestionados por la oposición política.

Mientras Macri daba el mensaje, la organización social argentina Barrios de Pie instalalaba el martes junto al emblemático Obelisco de Buenos Aires varias "ollas populares", ya conocidas en la capital, para distribuir platos de comida a sus habitantes en denuncia de las "dificultades sociales" que se viven en el país.

"Buscamos visibilizar el reclamo que tienen millones de familias, que hoy tienen dificultades por la falta de empleo, por las dificultades para alimentarse correctamente", aseveró el coordinador nacional del movimiento Barrios de Pie, Daniel Menéndez.

Esta particular forma de protesta, proveniente del trabajo realizado en comedores comunitarios, es ya popular en el país y suele contar con la presencia de cientos de personas, pero la fuerte lluvia que se desencadenó desde el mediodía dificultó en gran parte el reparto de los platos de comida caliente.

No es la primera vez que Argentina toca fondo y recurre al FMI. La opinión sobre el FMI llegó a su peor momento durante la crisis económica y política de 2001, cuando se apuntó a la organización como responsable del colapso de los bancos, la fuerte devaluación de la moneda y el crecimiento de la pobreza a tasas mayores al 50% por la aplicación de sus políticas de ajuste.

En una declaración oficial emitida en Washington, Lagarde confirmó que “se han iniciado discusiones sobre cómo podemos trabajar juntos para fortalecer la economía argentina y llevaremos estas conversaciones a cabo en breve”.

Macri anunció su decisión poco después de que el dólar alcanzara un nuevo máximo histórico el martes al cotizar a 23.50 pesos, lo que encendió de nuevo las alarmas. Horas después de su mensaje la divisa cerró a 22.80 pesos.

Al anunciar su decisión Macri argumentó que su gobierno, en el poder desde diciembre de 2015, está aplicando una política de ajuste gradualista que pretende garantizar el crecimiento y la cual “depende mucho del financiamiento externo”.

La consecución de fondos se ha complicado debido a una “situación mundial cada vez más compleja” por la suba de las tasas de interés y del petróleo, explicó el mandatario, un conservador para quien la financiación del FMI dará un “respaldo” a Argentina y evitará “crisis como las que hemos tenido en nuestra historia”.

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