A partir de septiembre, se pondrá en marcha un esfuerzo estatal para garantizar mejor la seguridad escolar.
Representantes del Centro de Seguridad Escolar de Texas visitarán aleatoriamente durante los próximos meses, algunos planteles para verificar que las puertas estén cerradas.
“Vamos a verificar para ver si podemos obtener acceso no autorizado no seguro a un campus”, dijo Kathy Martinez-Prather, directora del Centro de Seguridad Escolar de Texas. “Y si bien eso parece una pieza tan pequeña del rompecabezas, es una pieza muy importante, porque sabemos que las puertas cerradas crean barreras de tiempo y las barreras de tiempo salvan vidas”.
El gobernador Greg Abbott impulsó los controles de seguridad después del tiroteo en la Escuela Primaria Robb en Uvalde en mayo, donde 19 estudiantes y 2 maestros fueron asesinados por un adolescente armado que ingresó al edificio a través de una puerta abierta.
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En el mes anterior a la verificación de un campus específico, se notificará al Superintendente del distrito, al igual que a la policía local.
Martinez-Prather enfatizó que su gente no está realizando simulacros de tiradores activos y que no intentará ingresar a los edificios escolares.
“No vamos a simular una intrusión de ningún tipo. No vamos a tener personas vestidas como actores de amenazas portando armas, tratando de ingresar por la fuerza a un campus. Estas personas serán capacitadas, vestidas de civil y, en cualquier momento, si se enfrentan a un personal de la escuela, se identificarán a sí mismas”, dijo Martinez-Prather.
La meta es que al menos 7 de cada 10 escuelas sean revisadas antes de que finalice el año escolar actual.
