El fiscal de distrito del condado de Collin, Greg Willis, anunció que Blake Richards, de 30 años, de Plano, Texas, fue sentenciado a cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional luego de ser condenado por un jurado por asesinato capital.
“Es difícil imaginar una respuesta peor o más trágica a la muerte de tu madre que matar a tu propia hermana y a su novio para decidir quién se quedará con las ganancias del seguro por la muerte de tu madre, pero eso es lo que hizo. Sus acciones asesinas no solo alteraron permanentemente la vida de su familia y de aquellos que amaban a su hermana, Brittany, sino también la de los seres queridos del Sr. Escalante. Que el veredicto de este jurado dé un poco de paz a estas familias”, dijo Willis después de la sentencia.
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En la noche del 27 de octubre de 2021, el Departamento de Policía de Richardson recibió una llamada de un hombre que decía que su mejor amigo, Blake Richards, lo llamó y le confesó haber matado a su hermana y al novio de ésta. Un oficial de policía de Richardson contactó a Richards por teléfono, en el que confesó que había "herido" a su hermana y afirmó que estaba en el estacionamiento de Target en Wylie. Los oficiales de policía de Richardson respondieron a Target, detuvieron a Richards y ubicaron un rifle cargado en su automóvil.
Los oficiales de Richardson y Plano acudieron posteriormente a la casa en Plano donde Richards vivía con las víctimas. Los oficiales encontraron los cuerpos de Brittany Richards y Ross Escalante en el comedor, aparentemente muertos por heridas de bala.
Una búsqueda en la casa reveló una pistola vacía en la mesa del comedor y casquillos que rodeaban los cuerpos, así como un chaleco antibalas, parafernalia de drogas y libros sobre temas de trampas explosivas y entrenamiento de francotiradores en la habitación de Richards. Las pruebas de armas de fuego revelaron que el rifle en el vehículo de Richards y la pistola sobre la mesa eran las dos armas homicidas. Las pruebas de ADN confirmaron que el ADN de Richards estaba presente en ambas armas de fuego.
El detective del Departamento de Policía de Plano, Justin Duffy, investigó el caso. Las entrevistas de testigos y las extracciones de teléfonos celulares revelaron que la madre de Blake y Brittany había fallecido recientemente y que habían estado discutiendo durante semanas sobre una póliza de seguro de vida.
Un jurado encontró a Richards culpable de asesinato capital.
La jueza Andrea Thompson presidió el caso y evaluó la pena automática de cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional.
