Un hombre de Crosby que mató a un compañero para no pagar una deuda fue condenado esta semana a 45 años de prisión por un jurado del condado Harris, según anunció la fiscal del condado de Harris, Kim Ogg.
"La delincuencia armada en nuestra comunidad es rampante debido a casos como éste, en el que un desacuerdo relativamente menor llevó a un asesinato a sangre fría", dijo Ogg. "La familia de la víctima perdió a un hijo y a un familiar muy querido, y nos duele el corazón por ellos".
Leonardo Abarca, de 27 años, fue sentenciado por el jurado después de un juicio de ocho días en el que fue declarado culpable de asesinato por matar a Mustafa Ahmed Marfani, de 25 años, de Humble, el 7 de abril de 2016.
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Según las autoridades, Abarca se reunió con Marfani alrededor del mediodía en el estacionamiento del Huffman Mason Lodge en la cuadra 2300 de Third Street.
Abarca le debía a Marfani entre $1,800 y $2,200 pero en lugar de pagar su deuda, Abarca mató a Marfani.
Según la policía, dos testigos que se dirigían al aparcamiento en ese momento vieron un gran camión blanco que salía chirriando del aparcamiento. La pareja vio entonces el vehículo de Marfani y lo encontró muerto en el auto.
Marfani fue baleado en la cabeza.
La policía emitió una alerta sobre el camión blanco y al día siguiente, un agente de la comisaría del distrito 3 paró el vehículo y habló con Abarca, quien dijo que era el único que había estado conduciendo su camioneta.
Un video de vigilancia de la zona mostró el camión de Abarca antes y después del asesinato.
Durante una entrevista con la policía, Abarca admitió haberse reunido con Marfani por el dinero. Abarca se derrumbó y le dijo a los investigadores que su vida se había acabado y que iba a pasar mucho tiempo en la cárcel.
A principios de 2017, Abarca saltó la fianza y huyó a México. Permaneció allí durante casi un año hasta que una denuncia anónima ayudó al Grupo Especial de Delincuentes Violentos de la Costa del Golfo a localizarlo y traerlo de vuelta al condado Harris.
El asistente del fiscal de distrito Bryan Honeycutt, un fiscal jefe en la oficina de juicios del fiscal de distrito, manejó el caso con el fiscal de distrito Rehaman Merchant.
Honeycutt dijo que este fue un caso en el que dos ciudadanos dieron un paso adelante para ayudar a las autoridades, incluso testificando en el juicio, y el buen trabajo policial aseguró un resultado justo.
"Los investigadores de la oficina del alguacilillos recopilaron registros de teléfonos móviles, datos de torres de telefonía celular, ADN, huellas dactilares y pruebas balísticas de armas de fuego", dijo Honeycutt. "Casi todo lo que se podría ver en un programa de 'CSI' en la televisión se utilizó en este caso, todo lo cual ayudó a asegurar al jurado que este era el tipo que lo hizo".
