AUSTIN, Texas - Olvídese de que Hillary Clinton podría ser presidenta en el 2016. Las mujeres todavía tienen mucho camino que recorrer en las gobernaciones estatales, pero dos demócratas, una de ellas hispana, podrían hacer historia este año ganando la gobernación y la vicegobernación de Texas.
En una de las contiendas más interesantes del año, la senadora Wendy Davis, quien ganó prominencia nacional al hacer un discurso de 11 horas en una maniobra dilatoria para impedir que se aprobasen restricciones al aborto, está tratando de conseguir la gobernación de un estado que desde hace tiempo vota por los republicanos.
Su compañera de fórmula es la también senadora Leticia van de Putte, quien es hispana. Si ganan las internas demócratas, como se espera, será la quinta vez en los últimos 20 años en que un partido postula a dos mujeres en las elecciones para gobernador y vice.
Ninguna de esas fórmulas ganó y jamás se ha dado un caso en el que tanto la gobernación como la vicegobernación son ocupadas por mujeres. En 1998 Arizona elevó a cinco mujeres a puestos importantes del poder ejecutivo, pero el estado no tiene vicegobernador.
La última vez que dos mujeres integraron una fórmula, en noviembre pasado, en Nueva Jersey, fueron arrolladas por el gobernador republicano Chris Christie, quien logró una fácil reelección.
Esa pareja tiene algunos consejos para sus correligionarias texanas.
"Van a ser marginadas y tienen que estar preparadas para ello", declaró la senadora estatal de Nueva Jersey Barbara Buono, derrotada por Christie por 22 puntos.
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En Texas, los candidatos a gobernador y vice no se presentan como una fórmula, sino que participan en elecciones separadas. Tanto Davis como Van de Putte, no obstante, tienen el mismo mensaje.
Y ese mensaje no se basa en cuestiones de género. Davis habla mucho de educación y de combatir el amiguismo, al tiempo que trata de darse a conocer entre votantes que tal vez no sepan mucho e ella y solo la identifiquen como la legisladora que se presentó con zapatillas rosadas en el Senado para debatir sobre los derechos reproductivos.
Por más que quieran, Davis y Van de Putte no pueden escaparle a un contraste obvio: mientras que ellas son mujeres, los republicanos parecen encaminados a postular a dos hombres de raza blanca.