Ferguson: Obama comprende protestas

WASHINGTON - El presidente Barack Obama exhortó a la calma y el entendimiento en Ferguson después de que un jurado investigador decidiera el lunes no acusar formalmente a un agente blanco por la muerte del joven negro Michael Brown, rogándole a vecinos y policías que se contuvieran. "Somos una nación construida bajo el estado de derecho, por lo que necesitamos aceptar que esta decisión le correspondía al jurado investigador", declaró Obama en un mensaje transmitido en la noche desde la Casa Blanca luego de que se anunciara la decisión del jurado. El presidente dijo que es comprensible que los estadounidenses estén "profundamente decepcionados e incluso enojados" de que el policía Darren Wilson no fuera acusado formalmente. Sin embargo, Obama hizo eco al llamado de los padres de Brown para que cualquier protesta sea pacífica, diciendo que los deseos de ellos deben ser atendidos mientras se duelen por su hijo. Al mismo tiempo, el mandatario buscó disipar la idea de que las relaciones raciales en Estados Unidos se han deteriorado, pese a las protestas en Ferguson, ubicado en Missouri. Exhortó a los estadounidenses a poner su atención en buscar formas de hacer que la policía y las comunidades se unan más. "Eso no se logará lanzando botellas. Eso no se logrará rompiendo cristales de vehículos. Eso no se logrará usando esto como excusa para dañar propiedades", agregó Obama. "Y ciertamente tampoco se logrará lastimando a alguien". Sin embargo, lo que comenzó en Ferguson minutos después de la decisión del jurado investigador contrastaba agudamente con el llamado de Obama a la calma. Mientras él hablaba en vivo desde la sala de prensa de la Casa Banca, las televisoras mostraban al mandatario en la mitad de la pantalla y en la otra las violentas manifestaciones en Ferguson. Los inconformes destrozaron ventanas, arruinaron vehículos de la policía y arrojaron pedradas a las autoridades por el anuncio de que Wilson, de raza blanca, no sería acusado formalmente por dispararle a Brown. La muerte del joven desarmado de 18 años en agosto desató protestas durante semanas que las autoridades temían volverían a surgir tras conocerse la decisión del jurado investigador. Frente a la Casa Blanca, algunos cientos de personas protestaron pacíficamente, sosteniendo letreros que decían "Justicia para Michael Brown" y coreando "¡Manos arriba, no dispares!", una frase que se ha convertido en un grito para exigir justicia en Ferguson desde la muerte de Brown. "Este no es sólo un problema para Ferguson, es un problema para Estados Unidos", afirmó el mandatario. "Aún hay problemas, y las comunidades negras no están simplemente inventando esto". Obama, que ha enfrentado repetidos llamados para que visite Ferguson, dijo que "echaría un vistazo" para determinar si una visita así sería algo sensato en este momento. El Departamento de Justicia lleva a cabo una investigación por separado que podría derivar en cargos federales. En sus declaraciones, el mandatario exhortó al país a canalizar su frustración en formas constructivas, no destructivas. Dijo que durante su vida ha sido testigo de "enormes avances" en cuestiones de raza. "El negar esos avances, me parece, es negar la capacidad de Estados Unidos para cambiar", afirmó.

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